El impacto de la Ley de Bases sobre el mercado laboral y los salarios
Economistas y expertos consultados analizaron posibles efectos sobre trabajadores y empresas de las modificaciones que plantea la Ley de Bases
La Ley Bases tiene incontables aristas para analizar, una de ellas se refiere al mercado laboral, tanto del lado de los trabajadores, como de las empresas. Se consultaro expertos para conocer cuáles son sus proyecciones respecto a la incidencia de la iniciativa del Poder Ejecutivo Nacional sobre la economía real, si es aprobara sin cambios relevantes en las próximas semanas.
El proyecto al que dio media sanción la Cámara de Diputados dispone la modificación de las multas por trabajo no registrado o mal registrado, la ampliación de 3 a 6 meses del período de prueba de los empleados (podrá extenderse hasta 8 meses en las empresas de 6 y hasta 100 trabajadores, y hasta 1 año en las más pequeñas en términos de dotación de personal) y la habilitación a que empresarios y sindicalistas acuerden paritarias y cambien el régimen de indemnización por un Fondo de Cese Laboral, como el la Unión Obrera de la Construcción (Uocra).
Otro punto es el de la tercerización laboral: “Los trabajadores serán considerados empleados directos de aquellos que registren la relación laboral, sin perjuicio de haber sido contratados con vistas a utilizar su prestación o de proporcionarlos a terceras empresas. La empresa usuaria será responsable solidaria por las obligaciones laborales y de la seguridad social respecto de los trabajadores proporcionados, exclusivamente respecto de aquellas devengadas durante el tiempo de efectiva prestación para esta última” (artículo 87).
Para Juan Luis Bour, economista jefe y director de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), la Ley Bases no va al corazón de los problemas del mercado de trabajo, pero sí repara algunas inconsistencias aparecidas en los últimos años.
“Más que una reforma, es un conjunto de cambios regulatorios que eliminan distorsiones introducidas durante la última parte del kirchnerismo, como el sobrecosto de los despidos, que agrega elementos que presionan en la negociación para poner un piso más alto. Se está tratando de poner un freno a ese problema”, subrayó Bour.
“Los cambios importantes deberían haberse dado sobre la negociación colectiva, el costo de contratar y despedir, lo mismo que la ultra actividad de los convenios. Hay cosas muy gruesas que no han sido siquiera consideradas por la mayor parte de los legisladores”, observó el economista.
Daniel Funes de Rioja, presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA) dijo: “Suponiendo que el texto saliera tal cual está, lo consideramos un paso adelante, sobre todo en lo que tiene que ver con el miedo a contratar. El problema de las multas por despidos es algo que ha generado pánico, pero la eliminación y la corrección de algunos elementos van en la dirección adecuada”.
De todas formas, el dirigente fabril coincidió con Bour en que son necesarios otros cambios que no han sido contemplados en el texto que se está tratando en el Congreso. “La realidad es que el tema más espinoso para los sindicatos es el de las contribuciones. Quedaron tal como estaban, salvo por la cotización de los no afiliados. También hay que volver a discutir cuáles son los beneficios no remunerativos. Hay que hacerlo con el Gobierno, las empresas y la CGT. Lo deseable es que lo que se reconozca no tribute ni a la seguridad social ni Ganancias”, apuntó Funes de Rioja.
“Lo positivo es que los legisladores dialoguistas nos dijeron que están dispuestos a seguir discutiendo el tema, aunque no todo dentro de la Ley Bases”, agregó.
Por otro lado, el presidente de la UIA opinó que Argentina necesita también una reforma fiscal, para ayudar a un blanqueo laboral mucho más profundo.
“No estamos a favor del trabajo en negro, pero hoy tenemos una carga tributaria efectiva por encima del 50%. Hay que eliminar las cuestiones que hoy han llevado al mercado de trabajo a este grado de informalidad, como lo son las multas, que son un impulsor de la industria del juicio. También las tasas de interés aplicadas”, sintetizó Funes de Rioja.
Por su parte, el economista y director de Evaluecon, José Vargas consideró que la aprobación de la Ley Bases no tendría un impacto significativo en el corto plazo.
“El mercado de trabajo está atado a lo que está ocurriendo con la actividad económica. Sí, es esperable que, con una ley, haya un poco más de certidumbre para el empleador, pero los cambios en el mercado se comenzarán a ver más adelante”, estimó Vargas.
El período de prueba
Según Juan Luis Bour, el impacto de la reforma en el mercado puede ser ligeramente positivo, dado que las empresas verán algún menor riesgo de enfrentar costos muy elevados en los despidos, aunque advirtió que las empresas pequeñas y medianas van a seguir enfrentando los mismos problemas, excepto las que tienen hasta cinco trabajadores.
Estas últimas, aseguró, se verán especialmente beneficiadas por la ampliación de los períodos de prueba y por el hecho de que podrán constituirse de forma tal que puedan tener un régimen dentro de la ley.
Además, aclaró Bour que “la ampliación del período de prueba no hará ninguna diferencia en la precarización. Hoy, de 22 millones de puestos de trabajo, en el sector privado formal hay sólo 6 millones de personas. El resto están fuera del sistema de relación de dependencia, excepto los casi 4 millones que están en el sector público”, explicó.
Efecto sobre los salarios
Según los especialistas, no hay ningún artículo dentro de la Ley Bases que apunte a una recuperación de los niveles salariales. Si existe una mejora o no, dependerá de otros factores.
“Los sueldos no van a ir de la mano con la aprobación de la Ley Bases. Todavía tenemos un problema de los salarios reales que tiene que ver con el avance de la macroeconomía. Hasta tanto el Gobierno pueda encarrilar la economía, los salarios no se recuperarán. Es algo esperable más para el mediano y largo plazo”, opinó José Vargas.
“Después de una caída fuerte es esperable que haya un rebote. La pregunta es si será al nivel de hace un año o al nivel de hace 10 o 20 años”, planteó Juan Luis Bour.
Para el economista, puede haber un rebote de 2% o 3% real durante algunos meses y a partir de ahí todo dependerá de las evolución de la macroeconomía y de las reformas que se introduzcan para mejorar la productividad. “Si hay estabilización, va a haber recuperación de los ingresos reales”, apuntó.
También Daniel Funes de Rioja consideró que la recomposición de ingresos va a venir de la mano de la baja de la inflación y de la recuperación económica. “Hoy estamos con recesión fuerte, pero todos aspiramos a que el proceso de recomposición llegue lo más rápido posible”, subrayó.