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Dos de cada tres trabajadores informales son pobres y 1 cada 4 se encuentra en la indigencia

En el primer trimestre de 2024, el 46,5% de los trabajadores estaban en condiciones de informalidad, según datos oficiales.

La informalidad aumentó en los ultimos años
La informalidad aumentó en los ultimos años

30 de Septiembre de 2024

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En los últimos años la informalidad laboral aumentó de forma considerable en detrimento de la creación de empleos formales. 

De acuerdo con los datos oficiales, en el primer trimestre de 2024 (última información disponible) menos de la mitad de los trabajadores (48,3%) eran asalariados formales, mientras que el 46,5% trabajaba en condiciones de informalidad.

El 63% de los nuevos empleos son informales

De acuerdo con los datos oficiales del INDEC procesados por Jorge Paz -investigador del Conicet en el Instituto de Estudios Laborales y del Desarrollo Económico (IELDE)-, del total de personas con empleo en el primer trimestre de 2024, el 46,5% trabaja en condiciones de informalidad. 

Ese 46,5% se compone de un 26,8% de trabajadores considerados asalariados no registrados (cobra un sueldo por su trabajo, pero no está “en blanco”) y un 19,7% de cuentapropistas no profesionales (es decir, realizan trabajos de forma autónoma, pero de baja calificación y remuneración, como las “changas”).

Desde 2016 este tipo de formas de empleo precarizado aumentó 22,4%, mientras que el trabajo asalariado registrado lo hizo en un 10,1%. Visto de otro modo: de cada 100 empleos creados en los últimos 8 años, 63 fueron trabajos informales y 33, formales (los restantes 4 corresponden a patrones y cuentapropistas profesionales). 

Como se explica en esta nota, el aumento de la informalidad en detrimento del empleo formal se debe a varios fenómenos: una excesiva rigidez en las normas de contratación de personal, una baja productividad, el elevado costo laboral no salarial, el aumento de juicios laborales y la falta de capacitación. 

La informalidad laboral en la región

De acuerdo con datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en 2023 el 48% del empleo de los principales países de América Latina era informal. 

Los países con mayor tasa de informalidad son Bolivia (80,8%), Perú (73,6%), Ecuador (68,7%) y Paraguay (62,5%). En el otro extremo se ubican Uruguay (22,2%), Chile (25,8%) y Brasil (37,2%), con niveles menores a los registrados en nuestro país. 

Dos tercios de los trabajadores informales son pobres y 1 de cada 4 es indigente

Según datos de la consultora Invecq (dirigida por los economistas Esteban Domecq y Santiago Bulat) elaborados para IDEA, en el tercer trimestre de 2023 el 55,1% de los trabajadores informales se encontraba por debajo de la línea de la pobreza.

Esta cifra contrasta con las estadísticas del trabajo registrado: sólo el 13% de quienes poseían un empleo formal era pobre. 

Por su parte, datos actualizados por Jorge Paz muestran que en el primer trimestre de 2024 la pobreza entre los trabajadores no registrados ascendió al 66,3%, mientras que en los formales también subió, en este caso al 29,5%. Además, el 23,9% de los no registrados se encuentran debajo de la línea de la indigencia, contra sólo el 4,8% de los registrados. 

En tanto, un estudio elaborado por Fundar muestra que los trabajadores formales ganan un 45,6% más que los informales.

“Entre 2003 y 2023, se registraron períodos de ampliación y reducción de las brechas entre formales e informales. Entre 2003 y 2006, la diferencia se amplió, para luego disminuir de manera sostenida hasta 2015”, indica el estudio, que atribuye esta mejora al aumento del salario mínimo, una mejora de los salarios formales de menores ingresos, una mayor carga fiscal a los salarios más altos (a través del impuesto a las Ganancias) y una mayor demanda de empleo no calificado. 

A menor escolaridad, mayor informalidad

El think tank Fundar destaca que “los trabajadores informales tienden a ser más jóvenes y a tener un nivel educativo más bajo que los formales”.

En el mismo sentido, el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec) indicó en este documento que “en términos de informalidad, vemos que esta es inversa al nivel educativo: a menor nivel educativo, mayor es la informalidad laboral”. 

Por su parte, María Migliore, asesora del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA), directora de Integración socio-productiva de Fundar y ex ministra de Desarrollo Humano y Hábitat de la Ciudad de Buenos Aires durante la gestión de Horacio Rodríguez Larreta (Cambiemos), señaló a Chequeado que “la informalidad desde el punto de vista social, es un problema” e indicó que “hay una clara correlación: más bajo nivel educativo, más informalidad, más pobreza”.

“La educación sigue siendo la variable que más influye para alcanzar un trabajo formal”, indicó Migliore, al tiempo que abogó por el diseño de programas de empleo que “mejoren las habilidades de las personas”, dado que los aplicados en el pasado no cumplieron ese rol y sólo “funcionaron como un complemento de ingresos”. 

En tanto, Manuel Mera, director de Protección Social de Cippec, señaló que “entre los jóvenes que tienen trabajo asalariado, la informalidad alcanza el 63%”.

A menor escolaridad, mayor informalidad

Fuente: Chequeado.com