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Editorial

Chau....ojalá no vuelvan más

Columna a cargo de Gastón Cordoba - TARDEO

El deseo del 56%
El deseo del 56%

08 de Diciembre de 2023

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Redes

Estamos ante los últimos días de las gestiones Municipales, Provinciales y Nacionales y ante los mismos días del comienzo de las nuevas gestiones, las cuales tiene sobre sí mismas no solo la presión de recomponer y reconstruir lo destrozado, sino también la presión de cumplir con lo propuesto: comenzar un cambio ultra necesario.

Nadie sabe cuál será el resultado de todo este inicio, ni los que apoyan ni los detractores, por más que unos u otros se encarguen, en muchos casos, de asegurar que irá bien o que irán muy mal.

En Nación, se le dio el punto final a un ciclo nefasto del kirchnerismo que llevó al país a resultados catastróficos, no solo a nivel económico sino también en todos los aspectos sociales. Y éste es el punto final del kirchnerismo porque quedó comprobado que ya no arrastran a nadie, solo a los fanáticos enceguecidos de un modelo fracasado, que solo se encargó de culpar a los demás de sus propios horrores, y con el único mérito  (aunque esa palabra no les guste) de haber convencido a una gran cantidad de gente para que repitiera y masificara mentiras tras mentiras con el único objetivo de defender a unos pocos.

 Nadie es capaz de enumerar los aciertos del modelo porque si lo hacen deberán explicar muchos tiempos vacíos en los que estuvieron y no hicieron nada más que destruir y saquear todo y dónde muchos de ellos se hicieron multimillonarios mientras les duró la kermés, a costa del deterioro y la caída de una sociedad que a esta altura, está asqueada de todo eso. Y se lo demostraron en las urnas. Simple y claro mensaje para quienes dicen defender la democracia pero que no aceptan el resultado que la propia democracia les dio.

El kirchnerismo no se reconstruye más, porque son sinónimo de fracaso. Un modelo que estuvo en el poder 16 de los últimos 20 años y cuyo resultado fue la peor crisis de la historia desde la vuelta de la democracia (incluso peor que la del 2001) ya no es atractivo, salvo para los fanáticos, insisto. Pero para todo el resto de la política, son solo un número a tener en cuenta para una coalición futura, de esas que se agarren de los pelos para poder llegar al poder.

No sirven para nada más. Se terminaron. Fin.

Y la calle la perdieron todos, aunque insistan en que “hay que luchar”. Tarde se acordaron de luchar, cuándo venimos de los últimos cuatro años en caída libre en todo sentido. Son luchadores selectivos para lo que ellos quieren, menos para beneficio del país.

Hoy la calle no es de nadie, ni tampoco alguien pretende adueñarse de las calles. Hoy las Redes son la “nueva calle”, y por suerte esto cambió y llegó para quedarse. Las Redes barrieron al kirchnerismo.

Fijate que con la atroz, sucia y enorme campaña de la mentira y el miedo que implementaron desde el kirchnerismo desde el resultado sorprendente de las PASO hasta ahora (sí, incluso después de la palizota), no pudieron mover la aguja de lo que la gente eligió y quería.

A pesar de que insistan en criticar a las Redes Sociales, porque “aleja el debate”, las Redes hoy lo son todo. Y esto es desde hace mucho tiempo, aunque no querían aceptarlo, pero que con los resultados que se vinieron dando, tuvieron que arrodillarse ante ellas. Y hoy no saben para dónde disparar, porque no saben usarlas.

Quisieron acapararlas con trolls que solo sirvieron para convencer más a la gente de a quienes no debían votar. Pretendieron inundar las redes con el “No votes a Milei” y el resultado fue que no los votaron a ellos. Ni para eso sirvieron. Inútiles.

Facebook, Instagram, TikTok, Whatsapp y más, fueron las herramientas para que los argentinos comprobaran y contrastaran todo tipo de información para saber cuál era la verdad de la milanesa. Y ahí están los resultados.

Y ahí está en verdadero poder: del lado de la gente. Ya comenzó el cambio.

Pueden mentir todo lo que quieran, los sindicatos pueden amenazar todo lo que quieran, los políticos pueden ofrecer lo que quieran, que la gente va a votar a quienes se les canten. Simple.

Los medios de comunicación tradicionales, por ejemplo, en su grandísima mayoría se comportaron como los Sindicatos (también en su gran mayoría), mintiendo y criticando desde el editorial o el agite o el miedo y no desde la noticia verdadera o desde la verdad, intentando mostrar a Milei cómo un desquiciado, cómo un desalmado, cómo alguien que se acostaba con su hermana, que tenía sexo con sus perros, que era un nazi o hitleriano, y demás sarta de mentiras. Y fueron numerosos los medios y periodistas que lo hicieron, cada cual a su nivel y con su coeficiente intelectual, pero con el mismo fin: que Milei no llegara.

Y Milei llegó porque el 56% contrastó la información con respecto a la verdad y a la otra opción que había en el cuarto oscuro. Y la otra opción era el kirchnerismo.

Quienes eran al final los desquiciados?. 

Kirchnerismo puro practicado por personas que criticaron al kirchnerismo durante años y años, pero que ante la posibilidad de que los saquen de su “zona de confort” económica, no les importó quedar en ridículo y para siempre. La lista es enorme!!. 

Las redes sociales se encargaron de tirar la cadera y que el kirchnerismo fluya hacia la red principal, dejando las frenadas que pretenden quedarse en las paredes del inodoro, con la intención de sobrevivir cómo mierda, pero que con la escobilla bien aplicada que va a comenzar, se irán a donde merecen estar: en las cloacas.

Ya no debemos esperar a que la historia nos muestre lo que fue el kirchnerismo, porque lo podemos ver en nuestro día a día, aunque sí quedarán en la historia por haber sido el peor modelo de toda la historia política luego de los militares.

Ahora nos queda esperar y confiar en que a este nuevo gobierno le vaya bien, porque nos irá bien a todos. Y si esto no ocurre, volver a elegir otro que no sea cómo los de antes, sino que sea diferente. Haciendo eso, en algún momento llegaremos a lo que pretendemos: volver a ser un país próspero y con gente que quiera progresar por cuenta propia y no por cuenta del Estado.

Esta es la oportunidad propiciada por el 56% de los votantes. No la pierdan, pero hagan todo lo que crean que deben hacer, sin gradualismo. No votamos a tibios.

Los medios de comunicación tradicionales, por ejemplo, en su grandísima mayoría se comportaron como los Sindicatos (también en su gran mayoría), mintiendo y criticando desde el editorial o el agite o el miedo y no desde la noticia verdadera o desde la ver