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Editorial

La Primera Junta de Gobierno y la primera de muchas grietas.

Columna a cargo de Karen Weisman, Profesora de Historia de UNComa

Las primeras grietas que vienen de nuestra propia historia
Las primeras grietas que vienen de nuestra propia historia

05 de Diciembre de 2023

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En mayo de 1810 comienza, en Buenos Aires, un proceso revolucionario que se extendería a lo largo de, aproximadamente, diez años y que daría origen, décadas después, a lo que hoy conocemos cómo República Argentina.

Los sucesos de mayo se desencadenaron por factores externos. En 1808, el ejército napoleónico invade España, metrópoli de una gran extensión de territorio americano, destronando al Rey legítimo, en ese entonces Fernando VII, e imponiendo en su lugar a José Bonaparte.  El pueblo español, en oposición al nuevo rey impuesto, conforma Juntas de Gobierno, confluyendo éstas en la Junta Central de Sevilla.

En Buenos Aires, el gobierno virreinal encabezado por Baltasar Hidalgo de Cisneros estaba atravesado por serias dificultades económicas que lo obligaron a firmar un Reglamento de Libre Comercio, que iniciaba una apertura comercial con Gran Bretaña, obviamente, con enormes beneficios para el imperio británico. 

A medida que llegaban las noticias del triunfo napoleónico en España al continente americano, muchos criollos comenzaron a cuestionar la sujeción de la región a la monarquía española. En el Alto Perú, a lo largo de 1809, surgieron varios levantamientos contra el dominio español que fueron violenta y cruelmente reprimidos por orden del virrey Cisneros.

En enero de 1810 la Junta Central de Sevilla es desarticulada por la llegada de las tropas napoleónicas, la noticia de su caída llega a las costas rioplatense el 13 de mayo de 1810. Aunque el virrey Cisneros intentó por todos los medios que dicha noticia no se difundiera, fracasó en su empresa. A partir de este momento su legitimidad estaba severamente cuestionada, ya que, la institución que lo había nombrado cómo Virrey no existía.

Ante la presión de sectores criollos, apoyados por las milicias, el virrey no tuvo más remedio que convocar a un Cabildo Abierto para el día 18 de mayo. Cabe aclarar que al Cabildo Abierto sólo pueden concurrir los que son considerados “vecinos” de la ciudad, es decir, propietarios y poseedores de una determinada cantidad de riquezas, así que, no debemos considerar que era una reunión de carácter popular. 

Luego de muy acalorados debates y la presión de grupos armados criollos se decide la destitución de Cisneros y la conformación de una junta de Gobierno (por razones de extensión estoy omitiendo algunos acontecimientos que son importantes, que podremos desarrollar en otra ocasión). El presidente de la Junta es Cornelio Saavedra. Es interesante observar que Saavedra es elegido por ser el jefe de las milicias, algunos historiadores hasta dudan de su capacidad para ocupar el puesto de presidente de la Junta. El abogado Mariano Moreno es elegido cómo secretario de este primer intento de gobierno rioplatense.

Desde un inicio se produjeron diferencias entre presidente y secretario. Más que diferencias ideológicas, ya que ambos reconocían el anhelo de soberanía de las colonias americanas, diferían en los tiempos y en las estrategias para lograr la tan esperada independencia, además de que sus diferentes personalidades los llevó a tener un cortocircuito en la comunicación por la cual se cometieron interpretaciones erróneas acerca de la actuación del otro que provocaron lecturas equívocas con fatales consecuencias.

Saavedra tenía un pensamiento conservador. Si bien sostenía la necesidad de lograr la independencia del, hasta entonces, Virreinato del Río de la Plata, argumentaba que ésta debía ser gradual y negociada con España. Además, pretendía seguir conservando la estructura social y económica desigual tal cómo estaba configurada en ese entonces, siendo la elite dominante la conformada por los terratenientes y los comerciantes criollos bonaerenses.

Mariano Moreno, mientras estudiaba la carrera de leyes en la prestigiosa universidad de Chuquisaca (hoy Bolivia), se empapó de las ideas de Rousseau, acerca de la soberanía del pueblo, y observó el lamentable espectáculo de cientos de indígenas que eran explotados de forma escandalosa en las minas de plata de Potosí, mediante un régimen de trabajo estacional denominado mita (es una forma de conseguir mano de obra gratuita que los españoles adaptaron de acuerdo a sus intereses de la organización laboral incaica). Moreno, admirado por los sucesos acontecidos durante las extensas jornadas de la Revolución Francesa, percibía la revolución que permita la independencia debía ser rápida, con cambios drásticos, que incluían, además de la separación de las colonias de su metrópoli, extensión de derechos a toda la población, el fin del trabajo indígena, el fomento de la educación, la supresión de títulos y honores. Para lograr los objetivos propuestos Moreno afirmaba que se debía hacer uso de la violencia en caso de ser necesario.

Para el morenismo, la revolución debía ser encabezada por Buenos Aires y luego incorporar al resto de las provincias a la misma. La Primera Junta había enviado un bando a los Cabildos del resto del ex virreinato (aún no existen las provincias tal y cómo están configuradas en la actualidad) invitando a sumarse a las diversas regiones a ser parte del primer gobierno local. Moreno se negaba a que se realice esta incorporación ya que, argumentaba, las elites de las ciudades extra bonaerenses son conservadoras y esto podría retrasar la declaración de la Independencia rioplatense, si, admitía, que los referentes de las demás ciudades se incorporen al gobierno en una especie de Poder Legislativo. (Reniego de nombrar a las demás ciudades cómo “ciudades del interior”, por qué, asumo que es interior con respecto a Buenos Aires y, confieso, que adscribo a la idea de que somos un país federal con igualdad entre todas las provincias).

¿Cómo termina esta discusión? Los representantes de los Cabildos de las ciudades rioplatenses se incorporan a la Primer Junta y ésta pasa a denominarse Junta Grande. Al acontecer dicha incorporación Moreno renuncia y la Junta, presidida por Cornelio Saavedra, le encarga una misión diplomática (negociar la compra de armas) en Inglaterra. Mariano Moreno embarca en enero de 1811 hacia las islas británicas acompañado por su hermano y un amigo. Apenas iniciado el viaje enferma gravemente y, luego de una extensa y dolorosa agonía muere en alta mar el 4 de marzo de 1811. En tales circunstancias la muerte de Moreno es sumamente sospechosa. Hay historiadores que afirman que fue envenenado por el capitán del barco que lo trasladaba. Otros historiadores admiten que, si bien las circunstancias de su muerte son muy sospechosas, sólo existen pruebas circunstanciales que puedan probar esta teoría, por ejemplo, cuando Mariano Moreno embarcó realizar la misión que se le había encomendado, la compra de armas ya se había realizado, es decir la misión era ficticia, una trampa. Otra prueba circunstancial es que su esposa recibe de forma anónima un paquete que contenía accesorios e indumentaria que se utilizaban en caso de enviudar. Más, cómo no se pudo realizar ningún estudio médico sobre el cuerpo de Moreno, no se puede afirmar la versión del asesinato.

Siendo argentina un país que es propenso a la polarización política, en dónde es muy complejo lograr acuerdos entre las ideas enfrentadas, es interesante observar que en el nacimiento de este país estuvo presente ésta característica tan nuestra.

Siendo argentina un país que es propenso a la polarización política, en dónde es muy complejo lograr acuerdos entre las ideas enfrentadas, es interesante observar que en el nacimiento de este país estuvo presente ésta característica tan nuestra.