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Médicos de la gente: Alejo Aüada y Lucía Cortegoso, una vida entera dedicada a ayudar.

Vicky Chávez, historiadora neuquina realizó una completa y emotiva narración sobre la historia de una pareja de médicos que hicieron historia en Cinco Saltos

Alejo y Lucía,
Alejo y Lucía, "Los médicos de la gente"

29 de Diciembre de 2023

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El doctor Alejo Julio Aüada era hijo de Khalil Aüada y Munira Hasam Aüada, oriundos del pueblo de Al-Khiam dentro de la gobernación de Nabatiye, República del Líbano. 

Su padre era el mayor de ocho hermanos y el único que emigró a la Argentina, siendo muy joven, en 1910. Khalil trabajó la zafra en Tucumán, en Mendoza se estableció por unos años y abrió un almacén de Ramos Generales. 

En 1926, los Aüada se mudaron a Capital Federal, al barrio de Villa Luro, donde instalaron un nuevo almacén y donde nacieron sus otros tres hijos. 

El doctor Alejo trabajó desde muy pequeño, igual que sus hermanos, en el almacén de sus padres. Caminaban largos trayectos para repartir los pesados pedidos de mercadería que hacían los vecinos. 

Cursó toda su carrera haciendo todo tipo de trabajos, incluso barriendo a diario toda una fábrica que abarcaba una manzana entera, y lo hizo sin descuidar sus estudios. 

Estudiando medicina, Alejo conoció a su esposa, Lucía Mercedes Cortegoso, que lo impulsó a rendir las últimas materias para recibirse. 

Lucía y Alejo cursaron la carrera de Medicina en la Universidad de Buenos Aires (UBA). Hicieron juntos las Prácticas en el Hospital Alvear, lugar en el que Lucía fue la única mujer jefa de Practicantes. 

Lucía nació en La Matanza, era la menor de tres hermanos e hija de Mercedes Becerra y Rogelio Cortegoso, que vino de polizón en el barco El Capolonio desde La Coruña, España, durante el gobierno de Franco. Acá, Rogelio trabajó durante 45 años en Servicios Eléctricos del Gran Buenos Aires (SEGBA) hasta jubilarse.

 Volviendo al doctor Aüada, hace algunos años se le dio su nombre a la calle en la que se encuentra la sala y se colocó una placa con su nombre en la plaza frente a esta: también se bautizó con su nombre a la continuación de la calle San Martín. 

Recientemente el gobierno municipal de Contralmirante Cordero y Barda del Medio determinó que el futuro Centro Atención Primaria Salud lleve también su nombre. 

Sus primeros pasos fueron en salud pública, iba caminando de Cinco Saltos a Contralmirante Cordero, Barda del Medio, a Parajes, CAPS. Siempre llevaba su maletín que lo acompañaba cuando se iba caminando hasta la Salita, a atender pacientes de Cordero y Barda del Medio. 

Cuando terminaba de atender en esas localidades volvía a caminar hasta el puente de Barda del Medio, donde lo esperaban los solidarios bomberos para cruzarlo en un bote precario por el “Desviador”, sin salvavidas ni elementos de seguridad por la época. 

También ejerció en el hospital de Cinco Saltos, porque la medicina social siempre fue su fuerte. 

Él siempre iba a todos lados, chacras, domicilios, parajes, barrios, ciudades aledañas. También la gente se organizaba y viajaban temprano de distintas ciudades como Zapala, Cutral Co, Plaza Huincul, Junín de los Andes, Bariloche, Bolsón, El Maitén, para ser atendidos por quien llamaban el Doctor de la Gente. 

Atendió hasta sus ochenta años, cuando se vio obligado a dejar la profesión que tanto amaba por una lucha que duró casi cinco años contra un cáncer de riñón con metástasis en intestino. 

Lucía también hacía domicilios hasta altas horas de la noche después de atender en su consultorio, y recibía como pediatra en los partos a los bebés recién nacidos y en cualquier horario del día. Atendía también internados en los distintos Centros de Salud de la localidad, además de atender pacientes de ciudades aledañas. 

En 1966 nació su único hijo, Ricardo Julio, que estudió licenciatura en Kinesiología y Fisiatría también en la UBA, y además es osteópata y se especializó en kinesiología deportiva y llegó a ser kinesiólogo de la Selección Argentina de Judo. 

Además, es profesor en la Universidad de Mendoza y en la Universidad de Flores. 

Tiene dos hijos: Ezequiel, de 37 años, profesor de Educación Física, y Tobías, 31 años, kinesiólogo, y que actualmente reside en Australia. Ezequiel, con su compañera María Elga Guajardo, también profesora de Educación Física, tiene dos hijos: Candela, de 15 años, y Alejo, de 6. 

Hoy homenajeamos a Alejo y Lucía porque sus ejemplos perdurarán para siempre en sus pacientes y en la comunidad donde desarrollaron tan prolífica labor. 

Hoy homenajeamos a Alejo y Lucía porque sus ejemplos perdurarán para siempre en sus pacientes y en la comunidad donde desarrollaron tan prolífica labor.

Alejo y Lucía,