El aberrante caso del violador serial de Marcos Paz condenado por imitar a su papá
Franco Brauton fue sentenciado a 14 años de prisión por abusar de al menos cuatro jóvenes. Walter, su padre, cumple una condena de 40 años por un delito similar. La insólita justificación de la defensa
El Tribunal en lo Criminal Nº 2 de Mercedes condenó este lunes a 14 años de prisión a Franco Agustín Brauton (29), un profesor de música acusado de abusar sexualmente de al menos cuatro jóvenes en la localidad bonaerense de Marcos Paz. Su caso, ya grave por sí solo, esconde detrás una historia todavía más escabrosa: el abusador es hijo de Walter Brauton Steimbach, un hombre que cumple ya una sentencia a 40 años de cárcel por un delito similar; ser un violador serial.
De acuerdo con el fallo de los jueces Juan Miguel Tillet, Juan Manuel Renaud Mas y Jorge Pablo Vieiro, Brauton hijo fue hallado culpable de los delitos de abuso sexual agravado por acceso carnal y abuso sexual simple, en contra de cuatro mujeres entre los años 2018 y 2020.
El primero de los abusos comprobados por la Justicia ocurrió entre la noche del 17 y la madrugada del 18 de noviembre de 2018, en una casa de Marcos Paz. En esa oportunidad, Brauton se aprovechó de una joven menor de 17 años a la que había conocido previamente en una fiesta. Mientras estaba estaba alcoholizada y sin control sobre su cuerpo, la sometió, la tomó del cuello, la golpeó y la violó.
“Nos empezamos a besar, yo estaba en mi último día de menstruación, cuando noté que él quería tener relaciones le dije que no y perdí la noción de mi cuerpo (...). Él me dijo que no le importaba, que íbamos a hacer lo que él quería, me puso de espaldas contra la pared, me agarró del cuello fuerte… recuerdo que estábamos en la cama me pegó cachetazos en la cara, me sostuvo fuerte de las muñecas, me dejó marcas en todo el cuerpo”, declaró la chica abusada.
Algunos meses después, en una noche de marzo de 2019, el imputado abusó sexualmente de otra joven en el interior de su Ford Focus gris. De acuerdo con la investigación, condujo hasta las cercanías de las calles Libertad y Salta de Marcos Paz, estacionó en una zona suburbana y la manoseó. Luego, la tomó fuertemente del pelo e intentó que la víctima le practicara sexo oral. En esta oportunidad, no tuvo éxito.
El tercer hecho ocurrió entre los días 7 y 8 de diciembre del mismo año. En esa oportunidad, también se aprovechó de una joven alcoholizada y la violó dentro de su domicilio. El siguiente episodio por el que fue condenado ocurrió el 25 de diciembre del año 2020.
Aquel día, casi con la misma modalidad, engañó a otra mujer ebria, la subió a su auto y la condujo a las afueras de la ciudad. La tomó del cabello y la obligó a que le practicara sexo oral. Sin conformarse con eso, luego condujo hasta un descampado, descendió con la víctima, la apoyó contra un árbol y la violó.
La investigación en su contra se inició a principios de 2021 a partir de la denuncia presentada por la abogada Valeria Carreras, representante de las víctimas. Fue el caso ocurrido en la Navidad previa el disparador de todo. Luego se fueron sumando las otras denuncias. Se buscaron testigos, las víctimas declararon, se analizaron cámaras de seguridad del Municipio y hasta se reconstruyó el camino de una de las chicas abusadas a través de la aplicación Google Maps.
Brauton finalmente fue detenido a finales de ese año, acusado de los cuatro abusos. En el medio, algunas de sus víctimas se vieron obligadas a vivir en la misma localidad que su abusador. Una de ellas no lo soportó y se mudó. Tras darse a conocer los cuatro casos se generaron varias movilizaciones en reclamo de Justicia, varias chicas más se acercaron a las víctimas para decir que también fueron abusadas por el profesor de música. Al menos serían 13 las víctimas. Sólo cuatro se judicializaron. El resto no pasaron de ser denuncias a través de las redes sociales.
“Había muchas más pruebas que el testimonio de las víctimas. Cuando se presentan testigos, las víctimas no se conocían entre sí. De hecho, una se presentaba a prestar testimonio como testigo y se convirtió en el cuarto hecho. Hubo muchas pruebas y el Tribunal escuchó”, dijo la letrada Carreras a Infobae.
El engaño y la confianza como mecanismo para abusar
Entre los testigos. fue clave la presentación de un joven que transitaba la mañana del 25 de diciembre de 2020 detrás de una de las víctimas por las calles de Marcos Paz. Es que de acuerdo con lo que se comprobó, Brauton usó a esa persona como señuelo para que la joven se subiera a su auto.
Según la investigación, mientras la víctima caminaba por la calle, el condenado le habló desde su vehículo, le dijo que aquel joven la seguía y le ofreció que se subiera al auto para “rescatarla”. La joven, quizá por miedo, accedió y todo terminó de la peor manera. Lo cierto es que el relato del testigo coincidió plenamente con lo que relató posteriormente la mujer violada.
“Acá no solamente hubo violencia sexual, hubo violencia emocional, hubo violencia física. Había una superioridad en cuanto a las edades del perpetrador, había una superioridad física, había un dominio de la cosa, es decir, o lo hacía dentro de su auto con cierre automático de puertas o llevándolas a un lugar en donde no tenían donde ir porque era muy alejado de lo que era el pueblo”, continuó Carreras.
En ese sentido, en el fallo quedó expuesto cómo el violador se ganaba la confianza de las víctimas, actuaba sobre seguro y luego concretaba los abusos. La acusación del Ministerio Público Fiscal en el debate estuvo a cargo de Eduardo Lennard, de la UFI descentralizada de Marcos Paz, quien pidió 19 años de prisión.
La querella, en tanto, pidió 22.
“Era un playboy” y las similitudes con el papá
Brauton decidió hablar durante la última audiencia del debate después del pedido de pena en su contra. Lejos de mostrarse arrepentido, el hombre de 29 años dio su versión de los hechos. Negó cada uno de los abusos y siempre dijo que hubo un supuesto consentimiento de las chicas. Además, inevitablemente se refirió al oscuro legado de su padre, de quien trató de diferenciarse.
“Se me ha hecho mucho perjuicio por mi padre, que fue condenado a 40 años por ser acusado de violación. En todo momento quiero dejar en claro eso, yo no supe más nada de él a los 9 años. me han hecho perjuicio por ser hijo de esta persona”, dijo Brauton hijo.
El violador dijo apuntó contra la abogada querellante, al decir que usó a los medios de comunicación para decir que él llevaba adelante el mismo modus operandi que su papá.
Walter Brauton Steimbach, condenado a 40 años de cárcel, interceptaba en la calle a sus víctimas, las amenazaba con un arma y las llevaba con su auto a algún descampado. En total, se presentaron a declarar en el juicio contra el contador público 9 personas que dijeron haber sido víctimas de sus abusos. Además de los abusos, en 2013 se fugó de la cárcel después de drogar al policía que lo custodiaba. Fue arrestado en 2018 en Bolivia.
Es cierto que su hijo -de acuerdo con el fallo de este lunes- no amenazaba a las víctimas. Sin embargo, hay varios elementos que sí se repiten, patrones que, llamativamente, son los mismos. Si bien los jueces no consideraron lo hecho por el padre para emitir el fallo, fue un elemento que sobrevoló todo el tiempo el proceso. Es un detalle que no se puede pasar por alto.
“Repite algunas cosas, como por ejemplo el uso del auto para perpetrar esto, el uso de preservativos sí o sí, como el padre. La defensa de ellos decía que él no utilizó armas. Es cierto, no las utilizó como hacía el padre, pero utilizó su fuerza, su poder. Estaba totalmente lúcido y consciente. Era mayor que las chicas y aprovechó esta situación de vulnerabilidad”, dijo Carreras.
Su abogada, Mónica Smidt -según la querella- también esgrimió una defensa por lo menos polémica. Durante el debate dijo que las acusaciones de violación contra su cliente “eran parte de una moda de hacer denuncias de violencia de género” y “que la única culpa de Brauton era ser un playboy”. Incluso, vertió en un concepto indignante para justificar a su defendido y desacreditar a las víctimas: dijo que las chicas cayeron en la “paranoia de género”.
El Tribunal, en tanto, tuvo que interrumpirla en algunas oportunidades al hacer algunas de estas afirmaciones. Para explicar su comportamiento, el hombre de 29 años se justificó en que “era inmaduro” y le gustaban las fiestas.
“En ningún momento tuve necesidad de abusar de una persona y yo no soy mi padre. Yo me arrepiento de haberme comportado como una persona sociable, que asistía a fiestas y le gustaba beber y salir, con comportamiento inmaduro, pero eso que dicen de que estaba cazando en mi auto no tenía necesidad de hacer eso. (…) No me voy a hacer cargo de algo que no hice y me declaro inocente”, dijo.